jueves, 8 de diciembre de 2011

El mito de Ulises hoy.

Sunday y Joseph son dos amigos que viven en Nigeria. Sunday anima a su amigo para que se embarque en una travesía a la llamada tierra prometida.
Impulsado por la extrema necesidad, Juliet, esposa de Joseph le convence para que viaje y pelee por el futuro de su hija Helen. Juliet le dice que estará poco tiempo lejos de su familia y que ganará el suficiente dinero para no volver a pasar necesidades.


Joseph esperaba un grato viaje; de pronto se encuentra dentro de una patera con su amigo y treinta compañeros más hacia un país llamado España.
Tras un mes de travesía llegan a la costa andaluza, sin agua, sin provisiones, y habiendo dejado en el mar a más de la mitad de sus compañeros, entre ellos su amigo Sunday.

En la costa es apresado por la policía que lo lleva a los juzgados; en un despiste consigue escapar y contactar con algunos de sus compatriotas que le enseñan cómo ganarse la vida vendiendo en las calles.
Intenta por todos los medios contactar con su familia pero no lo consigue ya que en el viaje, durante una gran tormenta, había perdido su mochila, donde llevaba lo necesario para contactar con ellos. Empieza a vender pequeñas cosas que le ayudan a sobrevivir. Después de algún tiempo vendiendo baratijas por las calles consigue montar un puesto en los mercadillos de la comarca, y poco a poco va mejorando su negocio e incorporando a otras personas de su país con nuevos puestos, un nuevo almacén, etc...

Después de mucho tiempo vendiendo, consigue una pequeña fortuna, suficiente para volver a su país y mantener a su familia durante largo tiempo.
Regresa a su patria, esta vez en un gran barco. En las afueras de su pueblo se encuentra con su hija, ésta casi no le reconoce, pero el llorando la abraza y le cuenta todo lo que ha pasado durante los últimos 8 años.

Helen, sollozando, le dice que su madre está a punto de casarse con otro hombre porque ya había perdido toda esperanza de que el volviera y malamente sobrevivían. Le cuenta que se dirige a la ceremonia para ofrecerles unas pequeñas alianzas de madera que ella misma ha hecho. Rápidamente Joseh y su hija se dirigen al lugar donde se celebra la boda.


Llegan justo antes de que la ceremonia se inicie y su mujer, al verle, le reconoce y corre a abrazarlo exclamando su nombre.

Ella se siente feliz y aliviada de ver que su marido está sano y salvo, y él le cuenta todo lo que le ha pasado desde que partió de su lado.
Ella le dice al que iba a ser su esposo, que aunque pensaba que Joseh había muerto y que no volvería a verle, nunca dejó de quererlo.

Él se dirige a Joseph y le pide que, pase lo que pase, no vuelva a dejar a Juliet sola nunca más.

NOTA: Esta historia que hemos inventado acaba bien, pero todos los días vemos en la televisión la misma historia con otros personajes que nunca vuelven a encontrarse y que solo pretendían conseguir una vida un poco mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario